lunes, 7 de mayo de 2012

Lo he recuperado y el pájaro lo encontró

Pues sí, por fin he recuperado mi blog. Me bloquearon la cuenta de hotmail y por ende la de blogger y me quedé compuesta y sin novio. Y esta mañana, no se todavía cómo, he desbloqueado la cuenta de correo y ya he podido acceder a mi blog, Así que puedo decir: "Lo he recuperado."

Hoy os quería contar un cuento. No como el "cuento de vereveré que nunca lo acabaré", ni como el de "María Sarmiento que se fue a cag... y se la llevó el viento" No. El cuento de hoy tiene fin y, gracias a Dios, ni hace viento ni la tal María Sarmiento se fue a ca...

Érase una vez un pájaro que perdido de su bandada fue a parar junto a una rama de un árbol muy especial. Sí, especial es la palabra, pues era el único árbol en un montón de kilómetros a la redonda. La cosa estaba clara, se llevaban bien, o se llevaban bien.

El intruso pidió permiso para descansar en una de sus ramas, pero lo hizo cuando ya había invadido su espacio vital. ¡Claro que sí, descansa, total ya lo has hecho! Pero el pájaro, ajeno a la ironía, pensó que era bienvenido y que podría hacer cuanto necesitara. Empezó a picotear una hoja y... ¿puedo? preguntó el pájaro, ¡Claro que sí, total ya has empezado! Y el pájaro más feliz que unas castañuelas, pica que te picarás.

Se desató una tormenta de aupa, y el pájaro se acurrucó entre un montón de hojas que se habían replegado para evitar el chaparrón. ¿Puedo cobijarme de la tormenta? ¡Claro que sí, total ya lo has hecho!

Y hubo otras tempestades, huracanes, frío, calor, días y noches, y el pájaro feliz por haber encontrado, por fin, una casa, un hogar. ¿Puedo quedarme a vivir aquí contigo? ¡Claro que sí, total ya llevas tiempo haciéndolo!

¿Qué opinas, aprendió el pájaro sobre la ironía o el árbol sobre la acogida? ¿Aprendieron algo? Tal vez no necesitaban aprender nada, simplemente estar.

La verdad es que allí siguen, juntos pero sin comunicarse de verdad: usando y abusando uno y dejándose usar y abusar el otro. Y... se han acostumbrado tanto el uno al otro, tanto, que si uno faltase algo importante perdería el otro.