o ¿quizás un amanecer?
Recuerdo una frase de "El Profeta" de Kalil Jibran en la que decía que si de noche lloras por el sol, las lágrimas te impedirán ver la luz de las estrellas.
Esta frase puede tener más de una lectura. Una hace referencia a la actitud de conformarse con lo que tienes, con lo que estás viviendo. Si ahora es de noche, toca disfrutar de las estrellas, ya llegará mañana y podrás gozar de la presencia del sol. Otra, en cambio, hace hincapie en una actitud pasiva de dejarse llevar y simplemente esperar lo que ha de venir sin necesidad de luchar por conseguirlo.
La ambigüedad está a la orden del día, aunque yo prefiero pensar, más bien, que cada persona tiene su peculiar forma de percibir lo que le rodea, de sentir, de expresarse. Mientras que para unos es un día que finaliza, para otros es el comienzo de un nuevo día lleno de posibilidades.
La noche es el final de una etapa, de un momento, paso previo al descanso. Invita a dormir, a desconectar, a pasar página. El día, a su vez, es el comienzo de algo, el punto de partida de una nueva etapa, donde tienen cabida los proyectos, el ajetreo, el movimiento. La noche es calma, el día es movimiento; la noche es descanso, el día es estar alerta; la noche es el preámbulo de la muerte, el día, al contrario, es el renacer.
No obstante, para algunos (o muchos) las cosas funcionan al revés. la noche es el inicio y el día la meta o fin de la etapa. A eso me refería cuando he dicho que la ambigüedad está a la orden del día. Nada es blanco o negro, no existe ninguna verdad universal, nada es bueno o malo en sí mismo, más bien todo depende del ojo del cristal con que se mira, todo, en definitiva, se reduce a la expresión de lo que uno es y siente, todo es subjetivo.
Todos tenemos claro lo que es una mesa, sin embargo, la forma cómo percibimos ese concepto es diferente para cada uno. Hay muchos elementos en común (elementos externos, visibles) pero no podemos saber cómo percibe la persona que tenemos al lado, lo mismo que estamos viendo, oyendo, gustando, oliendo o palpando los demás, nosostros mismos y quienquiera que se encuentre en ese instante en ese mismo sitio y esa misma situación.
El refranero encierra una gran sabiduría de la que podríamos llamar de "andar por casa" y acudiendo a él, nada más cierto que "Cada uno habla de la feria según le ha ido en ella".
Buenas noches.
1 comentario:
Repaso tu blog. Desde el principio, por supuesto.Interesante punto de partida: Una hermosa puesta de sol que a mí me parece un lindo amanecer. Como dices en la ambigüedad uno puede moverse casi siempre.
Comparto tu espíritu abierto y curioso.Voy a seguir leyéndote, y como me gusta comentar y compartir....Pues, eso, que ya te comento.
Buenas tardes, por la tarde. Besossssssssssss.
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