jueves, 25 de septiembre de 2008

Siempre hacia lo más alto


Siempre me han impresionado los árboles. obsérvalos con atención: miran siempre hacia arriba, van buscando la luz, dan sombra, oxigenan el ambiente, otorgan colorido al paisaje, tienen imágenes curiosas y, en ocasiones, intrigantes.
Representan los anhelos e ideales, las ansias de superación. Nos hablan de optimismo, de avanzar. Están en continuo crecimiento.
Se dejan mecer suavemente por la brisa o se agitan violentamente por la fuerza del viento. Se doblan ante fuerzas mayores o se mantienen erguidos a pesar de las inclemencias. Despliegan sus ramas en todas las direcciones sin dar un solo paso. Pueden llegar a perder su belleza externa pero renacen con mayor esplendor si cabe. Sin embargo, también pueden llegar a caer y, de hecho, caen. Nada perdura para siempre, lo sabemos muy bien, pero sí podemos evitar que caigan prematuramente.
Dejemos a la naturaleza seguir su curso y que no se pueda decir que "aquí todo era bello hasta que llegaste tú"
Felices sueños

3 comentarios:

Sofía Campo Diví dijo...

Los árboles son grandiosos, pero entre el árbol y la hierba, me quedo con la hierba, que esa no cae, caiga lo que le caiga encima. Eso si, queda un poco pisada. Besicos

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Te felicito por tu blog. Vengo gracias a Sofi.

La entrada, magnífica, qué te voy a decir...precisamente yo. Porque Goathemala significa en nahual Tierra de árboles.

Saludos.

Mateo Bellido dijo...

También comparto la atracción por los árboles. Tengo dos preferidos: la higuera y el olivo. Con los dos me siento unido a la tierra, de los dos disfruto y ellos me aportan riqueza en forma de frutos, sombra; también sabiduría si se les observa largamente.
Hasta luego.