lunes, 12 de enero de 2009

Dos realidades



No hay un antes sin un después. y no hay un después sin un antes. ¿Te has parado a pensar, amigo, lo relativo que es todo? Hablamos casi siempre por referencias.


Un día abro mi balcón y veo el parque nevado. Una fina capa de nieve ha visitado mi terruño. La novedad del hecho en una ciudad como Zaragoza, hace que nos parezca algo asombroso. Por otros lares, acostumbrados a grandes nevadas, pensarán y con razón, que esto no es para tanto. Un ejemplo sencillo de la relatividad que nos envuelve ¿o tendría que decir de la forma como percibimos lo que nos rodea? Hablamos, pensamos, sentimos, oímos, vemos, tocamos, ... según como somos. Mucha nieve, digo yo, pero tú tal vez digas que eso no es nevar. Y sin embargo los dos tenemos razón. ¿Vamos a discutir por eso? Cada uno tiene su razón, cierto, pero eso no significa que una se tenga que anteponer a la otra. Yo conozco tu razón, conozco la mía y ambas se encuentran a la misma altura. No discutimos, no imponemos, no juzgamos, solo escuchamos y respetamos.

Si ese es mi parque nevado, ¿qué es este otro?


8 comentarios:

Fermín Gámez dijo...

Es una reflexión llena de filosofía. Verdaderamente todo es relativo, incluso lo que pensamos como nuestra propia verdad interior.

Juan Escribano Valero dijo...

Hola Nuria, tienes razón, cada cual tiene su razón y lo importante es que todos respetemos esas razones.
Me alegra mucho que los reyes te hayan traido libros, para mi es el mejor regalo, y me alegra mucho más que lo hayas pasado con tu hija de la que tan orgullosa te sientes.
Afectuosamente un abrazo y mis mejores deseos para este año y los que vengan.

Mónica dijo...

Hola me gustó conocer tu blog y de diré que por supuesto que todo es relativo...
Muy buena reflexión. Nos vemos ¡si?

bsss

Trini Reina dijo...

Todo en la vida, depende de las circunstancias...

Besos

María dijo...

Hola Nuria, vengo a darte las gracias por visitar mi blog y dejar tu bella huella, ya que gracias a ella, ahora puedo estar aquí visitando tu blog, me ha gustado mucho, y ahora voy a conocer el otro.

Me ha encantado la reflexión que has hecho, yo creo que hay muchas verdades, porque por ejemplo unos pueden ver el vaso medio lleno y otro medio vacío.

Un beso y gracias por haber aterrizado en mi blog, me encantó haber estado aquí.

Mateo Bellido dijo...

La nieve de noche también es nieve, pero luce menos.
Me apunto a tu punto de vista. Yo, la nieve la he visto este año en la tele.
Un cálido y fuerte abrazo.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Has traducido a palabras lo que he sentido estos días desde la gran nevada. Todo eran flashes por la callé, gente agrupándose tirándose bolas y muñecos de nieve saliendo por doquier.

Una semana más tarde todavía queda nieve pero ya ha cambiado la perspectiva. Ahora es odiada, produce caídas, baja las temperatura, da una imagen sucia de la ciudad.

Perspectivas.

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Saludos, Goathe.

Sofía Campo Diví dijo...

un mismo hecho visto de día o de noche es totalmente diferente. Por la noche se ve todo más negro (valga la redundancia), pero a la mañana siguiente, a la luz del día puede parecer hasta hermoso lo que la noche anterior nos daba miedo. Y es que todo es relativo, como la vida misma. Besicos