viernes, 17 de octubre de 2008

Nunca llueve a gusto de todos

Seguro que en alguna ocasión
también tú habrás usado esta expresión. "Nunca llueve a gusto de todos". Y seguro que también la habrás escuchado en más de una ocasión. La cuestión que se plantea es el significado que tiene, o mejor dicho, qué es lo que se pretende comunicar.
Una de las causas o quizás "la causa" de que nos entendamos, resida en el hecho de asignar o atribuir distintos significados a las mismas palabras, o dicho de otra manera, olvidar que escuchar a quien nos habla entraña el mirarle a los ojos, en prestar atención a sus gestos y movimientos, en definitiva, a toda su persona. Parece que hemos olvidamos (tú, yo y muchos otros), que la expresión oral es tan sólo una parte del mensaje y razón no le falta (en parte) al que acuñó aquello de que "Más vale una imagen que mil palabras", aunque una imagen sin palabras también cojea a la hora de trasmitir cualquier mensaje, tal vez por aquello de que "Cada cual cuenta la feria según le ha ido en ella" o porque "todo depende del color del cristal con que se mira".
Una imagen, la feria, el cristal, la lluvia, ... todo ello habla de subjetividad, y el que diga que puede ser objetivo en algo está muy equivocado. Queramos o no todos quedamos reflejados en lo que decimos o callamos, en lo que mostramos u ocultamos, en lo que hacemos o dejamos de hacer. Y del mismo modo, también hay de algo de uno mismo cuando escuchamos, vemos, tocamos,... cuando entramos en contacto con el entorno y todo lo que en él aparece y sucede.

Con mis mejores deseos te regalo una lluvia, te ofrezco una imagen, te invita a una feria, te dejo un cristal...



1 comentario:

Sofía Campo Diví dijo...

Nunca llueve a gusto de todos, porque casi siempre llueve a destiempo. Cuando tiene que llover, no llueve y cuando llueve desearíamos que no lloviera (vaya trabalenguas. Seguramente a los campos les parece bien llueva, lo que llueva y cuando sea, pero a los hombres seguro que nos gustaría que lloviera de noche y por el día hiciera sol.
O sea, un hecho utópico, lo mismo que desear que nos entendamos. Hay un refrán que dice:"la verdad no es la que uno dice, sino la que el otro entiende". Por esta regla de tres, asi no hay quien se entienda, porque todo es subjetivo. ufffff. Vaya rollo.