Me estoy refiriendo, como ya habrás deducido (¿o no...?) a las brujas informáticas. Algunos las llaman duendes, pero de duendes nada de nada. Cuando menos te lo esperas, ¡chaf! se colapsa el ordenador y siempre cuando estás a punto de cerrar el archivo en el que has estado trabajando horas (o menos). Y no digamos de las brujas que purulan por la red, esas son las mejores, o te envían una remesa de virus que no hay antibiótico que los aniquile, o simplemente pierdes las conexión. En el primer caso y si estás de enhorabuena, haces un barrido (creo que la alusión a la escoba no es demasiado afortunada) y a limpiar pero... ¿y cuándo pierdes la conexión?, en este caso te armas de paciencia, llamas al servicio técnico y tras media hora de abrir, señalar, botón derecho, cerrrar ventanas, vuelta a abrir, mirar las lucecitas del router (que parece un semáforo sin control), vuelta a abrir, más botón secundario del ratón sobre un icono, en una pestaña, cerrar..., en resumen, tras media hora (en el mejor de los casos) de una actividad desenfrenada parece que todo vuelve a funcionar. Y allí está lo mejor de todo, "parece" porque a la mínima vuelta a empezar. Y el no va más es que cuando ya se te ha dormido el brazo de sujetar el teléfono y la oreja parece un tomate, te dicen como quien no quiere la cosa que cambies de antivirus, que aprendas a configurarlo o cualquier otra lindeza con toda la ¿educación? y ¿respeto? posible.
¡Las brujas! ¿qué haríamos sin ellas? Sólo por poner un ejemplo, este pequeño y sentido homenaje a las brujas ha tardado día y medio en salir a la luz, la explicación aparece unas líneas más arriba. A propósito, las brujas a las que me refería al principio no son las que vuelan por la red, a buen entendedor con pocas palabras basta.
Que las brujas os acompañen, las brujas buenas, ¡claro!
1 comentario:
Las brujas buenas existen. Aquellas que nos embrujan con su pícara sonrisa y sus buenas artes en engatusar al más "pintao". Me gustan las brujas. Todavía era jovencito y ya me gustaba más la bruja de la madrastra que la angelical Blancanieves.
Bonito post, y original.
Un beso de lluvia.
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